Una vez más, frente al teclado y con ganas de escribir... no sé qué....
Es domingo, uno más, y se me ocurre una historia que contar.
Voy a trasladarme a otra vida, es la ventaja de inventarse historias. En este momento soy Andrés. Es Viernes por la tarde, (ventajas de poder desplazarte por el espacio-tiempo...).
Acabo de salir del curro, no es que sea un curro pesado, de hecho es bastante cómodo. Estoy en una sucursal bancaria en pleno centro de Madrid, y como llevo bastantes años trabajando, todos me conocen, clientes y colegas. Mi Jefe sabe lo que puede esperar de mi, y desgraciadamente para mi, también lo que no puede, por eso nunca me atrevo a confraternizar con él. Siempre se hace el simpático y el accesible, pero todos sabemos que sólo es una fachada para descubrir de qué modo le vamos a engañar.
¿Sabes lo último del Sebas? es la comidilla de todos cuando volvemos al trabajo los Lunes, y siempre procuramos sorprendernos para no cortar el rollo de la gente, y que sigan contando putadas que hace Don Sebastián ilustrísimo señor Director de la sucursal al pardillo de turno. Por supuesto nadie le llamamos de forma tan familiar al enfrentarnos a él. Un JASP entrado algo en años, que supo trepar a finales de los 90 con su impecable traje a rallas, corbata de seda muy brillante, camisa hiperplanchada y un ligero toque de brillantina en el pelo. insignia de la última reunión de directivos en ristre, se las dá de lanzarnos "retos" motivandonos para que queramos conseguir los objetivos que le marcan de la central.
En otros tiempos, ya guardados en el olvido, su actitud me provocaría enojo y ganas de hacerlo quedar mal haciendo valer las cosas que hago buenas para que sus superiores conocieran de mis méritos y se dieran cuenta de que sus logros no son más que el trabajo bien hecho, mío y de mis colegas de la sucursal, ya que siempre tenemos que desfacer sus entuertos con clientes que conocemos de toda la vida, y que para él no son más que números sólo válidos si no son rojos.
Las veces que hemos parado bloqueos de cuenta, a Pili la de la peluquería, a don Juan el Carpintero de la esquina..porque les conocemos, y sabíamos que para ellos era más que importante regularizar su situación con el banco, solo era cuestión de darles unos días más, pero para "El Sebas" no debían aparecer sus cuentas en Rojo el día del cierre, no sea que los de la central anotaran bajadas en la sucursal de su responsabilidad......
Bueno, pero ya estoy llegando a casa y me muero de ganas de olvidar una semana, que irremediablemente se repetirá la siguiente, y la otra, y la otra y......
¿Sabeis lo mejor de todo? Que en cuanto llegue a casa me convertiré en otra persona. Podré inventarme la vida más exitosa que se pueda imaginar, podré ser un tio superinteligente, o alguien muy culto, una persona muy interesante de conocer y si acierto con el Nick adecuado y con la imagen a mostrar que mejor se relacione con esa persona que quiero ser, más conseguiré interesar a las mujeres que pueda enamorar con mis ingeniosas palabras.
Ya soy todo un experto. Mis conquistas se pueden contar por cientos.
Bueno, ya os iré contando mañana lo que he conseguido hoy, y algunas historias que me han pasado.
Seguiremos con Andres en otro momento......
