domingo, 1 de junio de 2008

En conflictos entre personas es imposible ganar

Hola, hacía ya mucho que no me sentía con ganas de escribir. Pero hoy necesito contar un hecho que me ha dejado un poco patidifuso.

Trata sobre la naturaleza humana, y cómo de complicados son los conflictos interpersonales. Esto me ha dejado dándole vueltas desde que sucedió hasta ahora. Aunque es un hecho sin mucha importancia en el hecho en sí, sí constituye un ejemplo de otros muchos conflictos a todos los niveles de la convivencia humana, y su consecuencia, según yo lo veo, es muy interesante de descifrar.

Ayer, volviendo de El Casar, en Guadalajara, aparqué mi coche en batería delante de un comercio, y mientras mi mujer entró al comercio, yo quedé dentro del coche oyendo música. En eso que veo que otro vehículo aparca a mi lado derecho. Estaba lloviendo y pensé que podía haber movido mi coche para dejarlo en ese sitio, que esta más cerca de la puerta.

En eso que los ocupantes fueron bajando del vehículo, y de repente oí cómo la puerta de atrás de dicho vehículo daba un golpe al mío, un golpe más fuerte de lo que suele sonar cuando abre una puerta, con fuerza normal, y le das sin querer al vehículo del lado, que a todos nos ha pasado.

Parece que al joven que salió con esa puerta se le fué la mano, y no midió la fuerza de apertura. Ante el ruído, salí de mi coche, y me dirigí a comprobar que sólo había sido el golpe, sin más, pero al acercarme comprobé que efectivamente había un pequeño resguño, que había hecho saltar un trocito de pintura de la manilla de mi puerta. Ciertamente era pequeño, pero pensé, jó otro de tantos, pero esta vez he visto quien ha sido, así que voy a reclamarles que asuman la responsabilidad, aunque pequeña, evidente.

Llamé a la conductora (que no había hecho nada, sino que fué su amigo "forzudo"), y le indiqué que su amigo me había rallado la manilla de mi puerta.

Hasta aquí, nada que no pase muchas veces en muchos sitios, porque estas cosas nos pasan a todos, sólo que algunos, si ven que se han pasado comprueban que no han hecho nada, y si lo hacen simplemente dejan un teléfono para que los seguros lo arreglen, que no cuesta nada.

Sin embargo, cual fué mi sorpresa, que esta gente empezó a poner en duda si lo habían hecho ellos, y que no daban ningún parte porque entendían que yo quería que su seguro me arreglara algo que me habían hecho otros, indicándoles yo que estaba dentro del coche cuando oí el golpe que me dieron en la puerta, y por eso bajé para comprobar.

Es seguro que el joven acompañante era consciente que le había dado un golpe. Tras abrir la puerta del vehículo y comprobar si coincidía con el pequeño golpe en mi manilla, y en un intento de periciar el hecho, a la forma de CSI Las Vegas buscando las pruebas para demostrar que no lo habían hecho, llegaron a la conclusión de que había una ralla que no habían hecho ellos, y que sólo asumían como una posibilidad una punto sin pintura, pero no el total. Por lo tanto no iban ellos a arreglarme "toda" la manilla.

La conductora, a regañadientes, rellenó el parte de accidentes y lo firmó, pero no estaba segura de si estaba haciendo lo correcto. EL supuesto amigo, supongo que por no aceptar su parte de responsabilidad, no hacía más que indicarle que yo le intentaba tomar el pelo y llamar a alguien, que me pareció que sabía de leyes, para pedirle consejo legal, y zafarse de su responsabilidad en el tema. La chica llamó a la guardia civil para que hiciera un atestado ya que no estaba de acuerdo con lo que yo decía, y al final me pidió el parte que había firmado, el cual yo le dí, y lo rompió en varios pedazos, delante mío haciendo patente su enfado conmigo (¡?). creo que pensaba que le intentaba colar un gol.

Lo surrealista de este asunto lo componen varios puntos:
1- El daño realmente no tiene importancia, sólo es un puntito en que que saltó la pintura de la manilla, la verdad es que yo estaba sentado dentro de vehículo, yo seguro que no había sido.
2- Parecía que esta tontería, era algo que si ellos aceptaban su responsabilidad, podía dervarles consecuencias muy graves, y para demostrar que no era cierto, como si de una película de juicio americana se tratara, intentaban demostrar que lo que yo decía no tenía demostración y que lo que intentaba era que ellos me arreglaran "toda" la manilla cuando sólo habían hecho un puntito y habían otros, actuando para quitar toda credibilidad a lo que yo decía.
3- En lugar de indicarle al supuesto amigo que debía ir con un poco de cuidado al abrir la puerta, ya que no era su coche, ambos me convirtieron de victima en asesino, dándo la vuelta a la tortilla, para justificar su negativa indicando que yo era un mentiroso y un aprovechado.
4- El mecanismo del orgullo herido, hizo que los ofendidos y enfadados fueran ellos ante mi osadía.

Esto me ha hecho pensar mucho en lo dificil que es la convivencia con otras personas. Yo creo que yo tenía razón, y ellos que, apriori no la tenían, buscaron por los mecanismos necesarios tenerla, acopiando razones para tratarme de aprovechado.

Si hubiera llegado la Guardia Civil, a parte de lo surrealista de hacer un atestado por esto, creo que nos hubieramos merecido una multa los dos, por no ponernos de acuerdo en algo tan ridículo, y hacerles perder el tiempo en esta chorrada.

Mi conclusión, y a la vez mi desespero, es que si yo doy parte al seguro, y éste me dá la razón, seguro que estas personas se convertirán en mis enemigos de por vida. es decir que ganando la lid, las consecuencias es que la perdida será mas importante que la ganancia. Si el seguro dice que no, estas personas se olvidarán de mí muy pronto, y yo me quedaré con la indefensión que nos produce el descubrir cuando vas a usar el coche, las rallas que algunos desaprensivos te hacen en la chapa, no sé muy bien para qué ni porqué.

El caso es que no dejo de pensar que ellos están seguros de actuar correctamente, ya que de otro modo no puedo comprender el empecinamiento de su postura, ya que relamente no es tan importante.

Si esto es así, no puedo imaginar si el problema hubiera sido mayor, por ejemplo que el daño hubiera sido importante, o realmente hubiera habido un accidente, ¿Estas personas también hubieran actuado así para zafarse de su responsabilidad? ¿El problema es que ellos se han cosiderado juez y parte?

Yo creo que el principal problema es la falta de empatía entre las personas, poniendose en el lugar del otro e intentando comprender las razones del otro, creo que las actuaciones son más fáciles. En este caso yo he intentado comprender sus razones, y este creo que es mi mayor beneficio de este tema, por lo que no creo que de parte al seguro, aunque hice un reportaje fotográfico que demuestra lo que digo.

Mi aprendizaje sobre este hecho es que nadie, y me incluyo, acepta de buen grado que le digan que ha hecho algo mal, aunque sea verdad. Sólo si no se tiene ninguna alternativa, se acaba por aceptar las consecuencias, que no el hecho de que se ha actuado mal. El mecanismo para conseguir esta no aceptación es variopinto, desde negar o desacreditar las razones que se dicen hasta (esto no ha pasado ahora, claro) crear razones falsas para ocultar las buenas, pasando por otros mecanismos, que seguro que los abogados conocen bien.

Es más, siempre se tiene una reacción más o menos agresiva contra quien te dice que has hecho algo mal, intentando buscar una razón moral que justifique la respuesta. Sobre todo, la persona que "acusa" va a ser etiquetada como enemigo, o cuanto menos como "persona non grata" por las que son acusadas, y esto es muy posible que sea ya para siempre.

Creo que esto es sustancial a la naturaleza humana, y cuanto antes aceptemos que es así, menos nos dolerán las respuestas que nosotros consideramos injustas de los demás. Empatía, en definitiva, para conseguir ser felices a pesar de todo....

viernes, 22 de febrero de 2008

Cadena de despropósitos.

Recuerdo una vez, siendo muy joven (¡Cómo no!), que ví a otro cómo abusaba de alguien. Sinceramente no recuerdo ni quien era, ni en qué consistió el abuso. Esto me dá la pista de que realmente no importaba, el asunto era hacer valerme como machito dominante, y encima quedar como "El machito Justiciero".

Ante esto, me creí con suficiente razón moral como para hacer valer que yo era mayor, y me convertí, sin darme cuenta, en otro abusador más, humillando al presunto abusador. Me sentía muy bien provocando el miedo en esa persona, y ver como su cara reflejaba una sumisión provocada por mi brabuconería.

Menos mal, que cuando iba a consumar mi superioridad, me fijé realmente en su mirada, ojos vidriosos y muy abiertos, boca torcida y apretada, y voz temblorosa diciendo que lo sentía.

No sé realmente lo que pasó, pero al ver dicha estampa, no pude evitar ponerme en su lugar, y por ende, en lugar del pobre con el que él mismo había comenzado esta cadena sin sentido. Pensé, ¿Y si él estaba haciendo lo mismo que yo, si el primero era realmente el segundo eslabón?¿Y si viene alguien por detrás y me hace lo mismo pensando en que yo soy como el que estaba humillando?

Toda la fuerza moral que me inchó las venas, desapareció, viendome como un ser injusto, adoptando un papel que realmente no me correspondía, y ciertamente patético.

El hecho es que esta situación nunca se me ha olvidado, por eso ahora antes de juzgar a alguien, me lo pienso dos veces, ya que odiaría convertirme en un adalíd de la razón, alquien que dice lo que está bien y lo que no está bien, o lo que es peor, quien es bueno y quien es malo.

¡Qué equivocados están lo que catalogan a los demás! Creo que sólo demuestran su falta de capacidad de analizar la realidad, falta de empatía y falsa seguridad en sus ideas.

Pero, ¡Claro!, puedo estar equivocado.....

miércoles, 20 de febrero de 2008

La paradoja de la sabiduría

A mi modo de ver la sabiduría no es un premio, tampoco es un titulo, no es siquiera una ventaja. Más al contrario es el resultado de las numerosas equivocaciones que cometemos a lo largo de nuestra vida.

Es la consecuencia de todas nuestras equivocaciones, por lo que la persona más sabia es la que más veces se ha equivocado, o la que ha tenido equivocaciones más graves.

¿Qué pasa, entonces, con la gente que conocemos por su sabiduría en ciencias, medicina, etc.? ¿No son esas personas sabias?

Si dijera que no, estaría, probablemente comentiendo un error, pero si dijera que sí tambien, ya que no creo que nadie pueda decir de otro que es sabio, ya que sólo una misma persona puede saber cuán sabio es. Se puede saber las cosas que ha hecho, si son buenas o malas (para nosotros), se puede asimilar la experiencia ajena, seguir el ejemplo de personas que consideramos más sabias que nosotros, pero eso no hará más que aumentar nuestra sabiduría si esas personas están equivocadas, y aumentar la suya si los seguimos y nos equivocamos nosotros.



Bueno, todo esto no es más que un intento de pensar "en letra alta", para intentar decir que nunca nadie puede obtener la sabiduría absoluta, desde mi punto de vista nadie puede decir que tiene la verdad absoluta, que nunca se equivoca, ya que desde mi premisa, las personas que nunca se equivocan, no pueden aprender, por lo que son los menos sabios. Mientras que los más sabios siempre aprenderán de sus experiencias, aumentando su sabiduría



¿No leemos a diario declaraciones instando a los demás a pensar de una determinada forma? ¿O que tal persona, siendo un eminentísimo ..... nos dice cómo debemos pensar? ¿A quien debemos votar, porque está en la verdad? ¿O quien no debemos votar por que está equivocado?



Cuando alguien intenta dogmatizar algo, y supuestamente se le debe considerar sabio, creo que intenta que todos los demás cometan sus mismas equivocaciones, de forma que no se sienta solo en su humanidad. Sino, ¿Porqué se enfadan cuando alguien no sigue sus consejos?

Bueno, esto, como todo lo que escribo no es más que escribir por no callar. Mis disculpas por mirarme al ombligo.

jueves, 14 de febrero de 2008

Algo que decir.....

Hola,.. Ya hace tiempo que he creado este blog, y me siento muy culpable porque sólo he escrito una queja, algo que, realmente, no es tan importante ya que hay muchísimas cosas que contar.

Es un delito tener esta ventana al mundo, y no aprovecharla, de forma que voya a dejar rienda suelta a mi mente y dejar fluir algunas ideas que me andan rondando. Intentaré no divagar demasiado.

Acabo de llegar a casa, después de haber pasado el fin de semana en mi pueblo, como casi todos los millones de personas que vivimos en Madrid sin dejar soltar nuestras raices, nuestra historia, nuestros recuerdos. Muchos son los amigos que dejamos allá, la familia y, sobre todo los profundos sentimientos de pertenencia a un mundo ajeno a lo diario que cobra realidad en cada escapada y se convierte, por unas horas, en un mundo alternativo a lo que conocemos en la cotidianidad de la lucha contra el reloj, los atascos, el no llegar a hora a ningún sitio, el sentirse como un puntito en un maremagnum de personas en los centros comerciales..... en fin, ¿Qué puedo contar que millones de personas no conozcan?.

Si esto es así para mí, que estoy a apenas cuatro horas de mis recuerdos, ¿Cómo debe ser para las personas que han puesto paises, continentes e incluso océanos entre su día a día y sus días de pequeños? No puedo ni imaginar la soledad que pueden sentir.

He de reconocer que cada vez que voy por las calles de mi pueblo, es absolutamente maravilloso cruzarte con caras que habitan en mis recuerdos. ¡Hola Juan! ¡Cuanto tiempo! ¿Qué es de tu vida?, esto es una incesante canción que hace que cada trayecto por esas calles se haga deliciosamente largo. Me gusta salir por sus calles por la emoción de pensar con quién me encontraré que no he visto en tropocientos años, pero la alegría más grande es constatar que no soy sólo yo el que se alegra de volver a ver esas caras que forman parte de mi historia personal, sino que el sentimiento es recíproco.

Otra de las cosas que más me llaman la atención es que el tiempo diluye los desencuentros, de forma que personas con las que en el pasado he tenido algún roce, al reencontrarnos además de una mirada de complicidad, parece que el vinculo emocional es más vivo y, lejos de volver en las rencillas pasadas, es retomar lo bueno que tiene el pasado uniendo a dos almas alejadas contra un presente a veces no tan bueno como se esperó en aquellos días. Complices en el tiempo, el pasado no importa, ¡Nos rebelamos contra un presente injusto...., Ojalá pudieramos volver a tener esas rencillas y estar como estábamos!

En definitiva, una nostalgia de tiempos pasados, de lugares que hoy no son iguales a cómo los recordamos, y la pereza de crear nuevos recuerdos para el futuro, ¿No son ya buenos los que tenemos?...

Pero, como cada fin de semana, ya se ven las orejas al Lunes. Retornemos al presente y a sobrevivir, ¡Que no es poco!

¡Animo y buena semana!

lunes, 11 de febrero de 2008

Una llamada desde el más allá...

Estando revisando mi agenda del móvil, he ido pasando de nombre en nombre hasta pararme en uno muy concreto: Gerardo Arrufat.

Durante unos instantes he sido incapaz de mover el roller de mi movil, fijando la mirada en ese nombre que "retumbaba" dentro de las órbitas de mis ojos, y mi mente no paraba de evocar mil imágenes a la vez.

La primera, algunas semanas antes de las últimas navidades, fría, contundente, cuando su padre me dijo "Ahí tens al teu amic!", señalando el cubículo tras de cuyo cristal yo sabía lo que iba a ver. Dubitativamente me iba acercando, sin saber si el siguiente paso lo iba a dar hacia adelante o hacia atrás, como si al dar el paso atrás hiciera mayor el tiempo de la realidad que, también sabía, me iba a conmocionar tanto.

No es que fuera la primera vez en toparme cara a cara con la muerte, por mi edad ella se me ha presentado como algo absolutamente irremediable, cotidiano y desesperantemente cada vez más cercana. Primero son personas que no conoces, pero que conocen tus allegados, luego el cerco se va reduciendo a tíos, abuelos, vecinos, hasta llegar a tu padre, pero en cierta forma, parece que esta secuencia tenga una fría lógica y en consecuencia piensas, a todos nos llega, en su momento.

Pero cada vez que asistes a estas despedidas, te sueles dar cuenta de alguien de quien piensas que "no le tocaba", y el cerco cobra una nueva dimensión, hermanos de amigos, a quienes habías conocido, amigos tras una noche de fiesta... y los mazazos se multiplican cuando ves a algún compañero de clase y algún amigo que conocías más.

Gerardo era mi amigo. recuerdo mi primera imágen de amistad, en una autobús, apénas tendríamos ocho años, yendo hacia un campamento de verano. Rápidamente nos caímos bien, pero era una amistad un tanto especial. El rápidamente me hizo una broma que repetía asíduamente: "De Pedro Piedra, y de piedra Bolo", así que al principio me llamaba Bolo.

Cómplices en la música, durante muchos años eramos los "tres de Castilla", junto con Sixto. Hacíamos un buen equipo, y muchas fueron las noches que pasamos hablando de nuestros problemas, de las chicas, de lo que nos gustaba y disgustaba, de nuestros sueños.... cosas de adolescentes.

Pero él siempre tuvo un don creativo especial, y rápidamente aquello se le quedó pequeño, soltó sus alas, y comenzó a volar hacia otras realidades... Aunque desde entonces perdímos contacto, siempre ha significado una amistad perdurable en el tiempo, y cuando nos volvíamos a encontrar, siempre latía aquella complicidad que creamos a nuestros catorce-quince años.

Recuerdo cuando me dijo que tenía un programa en radio9, y la emoción que tuve al oirle y reconocer su forma de hablar, las bromas que hacía y su particular visión del mundo.

Todo esto estalló en mi cabeza cuando le ví a través del cristal, con un gesto impasible, sereno pero ausente. una imágen que permanecerá conmigo hasta el final. Un shock del que todavía no me he recuperado, y que mis recuerdos ayudan a hacerlo soportable, como dicen los psicólogos, cognitivizando la realidad y asumiendola como irremediable.

Gerardo no ha tenido mucha suerte en la vida, creo que merecía mucho más. Y espero que, de alguna forma, haya encontrado algo que le reconforte, de lo contrario no sería justo. ¿Tendrá alguna vez una segunda oportunidad?

No he sido capaz de borrar su teléfono de mi móvil, ¿Tal vez piense que el mensaje de navidad le haya llegado?¿Tal vez espero que me haga una llamada, aunque sea perdida?

Bueno, no hace daño a nadie, y es mi tributo a que su memoria perdurará no sólo en mi mente, sino tambien en mi móvil, cada vez que busque en la agenda le voy a recordar. En todo caso sé que algún día yo también estaré como él, y probablemente donde él, y a lo mejor sabré entonces, porqué no me ha devuelto el mensaje.

¡Hasta siempre amigo!

lunes, 21 de enero de 2008

Normas Municipales contra el derecho de Propiedad Privada

Hola, no soy abogado, pero nos ha pasado un incidente con la Policía Municipal de Getafe que quiero publicar.

Resulta que queremos vender un conche, y a tal efecto pusimos algunos carteles dentro del vehiculo anunciando que lo vendíamos y el teléfono. Pues un día me llama un agente de dicha policia local (muy amablemente por su parte, todo hay que decirlo), para avisarme que estaba contraviniendo una norma del municipio de Getafe, por la que está prohibido poner carteles de este tipo dentro de los vehiculos, y que me avisaba que si no retiraba los carteles del coche el día siguiente, me iban a multar y la grúa podía retirar mi vehiculo.

Hombre, entiendo que lo puedan retirar si está mal aparcado, o molesta a alguien, pero por tener en las ventanillas un cartel de Se Vende. La verdad es que no lo entiendo.

¿A quien quiere proteger esta norma? Por que creo que no molesta a nadie ni supone ningún peligro para la circulación. Además el acto de venta de un vehiculo privado está reglamentado y paga sus impuestos, por lo que legal, es.

Sólo puedo pensar en que esta norma conviene a las empresas de compravente de vehiculos, ya que he comprobado que cualquier vehiculo comprado a una de estas empresas, tiene por definición como mínimo un 20% más de precio, por las gestiones, la garantía que están obligadas a dar y el beneficio que deben obtener.

Yo creo que a su favor tienen que dan garantía, y la asistencia especializada, de de esto a eliminar la competencia a base de Normas Municipales, me suena más a Mafia que a otra cosa, ya que creía que estábamos en un país libre, pues en esto parece que no.

Yo pensaba que dentro de una propiedad tuya puedes hacer lo que quieras, siempre que sea legal, y que yo sepa, poner un cartel de Se Vende, no parece muy ilegal, ¿no creen? Sobre todo si está dentro de mi propiedad, no pongo el cartel en la pared de nadie ni hago buzoneo, cosa que estas empresas sí hacen, y a veces resulta bastante molesto.

Además para acceder a cualquier propiedad privada, es necesario una orden judicial, que se dicta si el Juez estima que puede haber delito, no de otra forma.

No sé, pero creo que esta norma no debe ser muy constitucional, y me gustaría saber que hacer para obligar al auyntamiento de Getafe a retirarla.

¿Tal vez dejando que me retiren el vehiculo y me pongan la multa, pueda recurir y pedir daños y perjuicios al ayuntamiento? Estoy seguro de que algo se puede, y se debe hacer. No podemos dejar que las autoridades conculquen nuestros derechos, que mucho nos ha costado, y mucha gente se ha dejado la piel. No se puede hacer esto en una democracia, ¡Hombre!

¿Se imagina alguien que hicieran lo mismo en el sector inmobiliario?... Dá que pensar, ¿verdad?